Fiesta de la Magosta y el XXIII Festival Folk «El Joyu»
El pasado sábado 8 de noviembre, el barrio de Coo de Buelna se llenó de tradición, música y sabor con la celebración conjunta de su “Gran Magosta” y el esperado XXIII Festival Folk “El Joyu”. Este evento, ya reconocido como Fiesta de Interés Turístico Regional, reunió a vecinos, visitantes y amantes del folclore cántabro para disfrutar de una jornada única.


La Magosta: sabor y raíces
La fiesta comenzó a las 16:30h con el tradicional asado de castañas, un ritual que marca el inicio del otoño en los Valles de Buelna. El aroma de las castañas asadas inundó la pista cubierta de Coo, mientras la Banda de Gaitas L’Abrigu animaba el reparto y ponía el ambiente perfecto para la cita. El público, con ganas de fiesta, compartió este manjar típico acompañado de los platos más propios de la zona, como las “Carboneras”, especialidad local a base de castañas.







Festival Folk “El Joyu”: música de tres tierras
A las 21:00h arrancó el XXIII Festival Folk “El Joyu”, en el que actuaron tres destacados grupos del panorama folk nacional e internacional:
- BREO (Galicia): Los gallegos llenaron el escenario con los sonidos de su tierra, fusionando la música tradicional gallega con arreglos modernos y una puesta en escena que conectó al público con las raíces atlánticas.




CALUM STEWART (Escocia): El virtuoso de las Uilleann Pipes y flauta de madera ofreció un espectáculo vibrante y delicado, llevando a los asistentes por un viaje sonoro desde los paisajes escoceses hasta la emoción universal de la música celta. La destreza instrumental y el carácter evocador de sus melodías cautivaron la noche.




CAHORNEGA (Cantabria): Los anfitriones locales pusieron el broche de oro con la fuerza de su folk cántabro y sus nuevos temas, combinando la tradición con el dinamismo actual. Su actuación, ya clásica en el Joyu, mantuvo la esencia de la región y el calor humano de la Magosta.



La fiesta se cerró con una gran chocolatada para todos los asistentes, reforzando la atmósfera familiar y hospitalaria de la celebración. El público disfrutó, cantó y bailó, y la mezcla de generaciones en el recinto es garantía del futuro de la tradición.
Como fotógrafo y testigo de excepción, las imágenes capturadas son testimonio de la emoción, la convivencia y el orgullo por unas fiestas que año tras año reúnen y emocionan a todos. Desde la primera castaña hasta el último acorde, Coo de Buelna brilló con luz propia.


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